Antes de nada decir que el campamento de "Río Arriba" es un campamento "cristiano", que está situado en Navezuelas, por Extremadura, y también decir que se encuentra en un valle, entre las montañas, cosa que le da aún más belleza.
En primer lugar empezando por decir sobre lo que hacíamos: Cuando llegué al campamento estaba totalmente desorientado respecto a actividades, colocamos el equipaje en nuestras cabañas y empezamos el campamento. En el campamento teníamos misa por la mañana o por la tarde, dependiendo del día que fuese, teníamos ratos de charla, de cambio de impresiones, etc, también había baño en la piscina, olimpiadas de todo tipo, Tiempo Libre en el que yo lo dedicaba a un taller de supervivencia que había, en el que gané una medalla por interés y afición a ésta, aunque también había talleres de historia, de bichos, etc. Llegaba la noche, y la hora de los juegos nocturnos comienzan, tales como "La Bandera", "Los Vampiros", entre otros muchos más. Respecto a comida, decir que estuvo muy buena, nos ponían comida que a todos nos gustaban, y muy pocas veces verdura.
En "Río Arriba" no faltaría más, de que no hubiese excursiones, hubo dos, una consistía en visitar "Las Villuercas", y otra en visitar el "Río Ibor".
La primera fue la mejor a mi gusto, fue terrestre, y en ella subimos a pié desde el campamento, hasta "Las Villuercas". En esta excursión hubo escalada, como debía de ser, y el orden de escalada fue en progreso, primero las montañas más pequeñas, después las más altas. Desde las altas se veían unas panorámicas perfectas de la zona y del horizonte, y de vez en cuando se asomaban buitres y águilas.

Finalmente después de un largo día, fuimos ya por la tarde hacia la base militar de "Las Villuercas", que estaba abandonada; una vez arriba se veía todo desde allí, aparte de dar un poco de vértigo al mirar hacia el horizonte y hacia los valles.

Llegó la noche, y mientras un monitor contaba una historia, nosotros disfrutábamos de un cielo lleno de estrellas, satélites artificiales y de estrellas fugaces, sobre la carretera, en donde dormimos.
Dos días después fuimos a la excursión del Río Ibor, que fue más distinta, aunque un poco menos interesante respecto a la anterior. Ésta consistía en recorrer el río hacia arriba, y cuando llegábamos a zonas altas, de rocas, y a zonas profundas, de agua, aprovechábamos para tirarnos desde ellas. Finalizando ya, terminar nombrando que también hicimos muchos amigos, y decir también que es un campamento muy recomendable para estar en contacto con la naturaleza y con tus amigos, para pasártelo muy bien, y también, para mejorar en espiritualidad.
Si queréis opinar acerca de este artículo, o decir cualquier otra cosa sobre el campamento, opinad mediante un comentario en esta entrada, o bien en el foro de Cobas, un gran amigo mío y también de la gente del campamento: www.rioarriba.tk
Saludos a todos los acampados, y a todos los lectores.
Firmado:
Javier, alias Chenton.